FOTOGRAFÍA EMPATICA
Crónicas de disidencia y diversidad sexual
Un recorrido por la memoria histórica, la identidad cultural y la participación política en el avance progresivo de los derechos de las personas LGBTTTIQ+ en México.
La exposición fue curada por Juan Jacobo Hernández y Salvador Iris, organizadores de las primeras marchas del orgullo —"allá cuando éramos 11", recordaba Jacobo— y guardianes de los archivos históricos más relevantes del movimiento en México. La exhibición, gestionada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México durante el Mes del Orgullo, se presentó en la Galería Abierta de las Rejas del Bosque de Chapultepec. Incluyó obras de artistas como Fabián Chaiérez, Yolanda Andrade y Mar Coyol, entre otros.
Mi participación cerraba la exhibición como conclusión del tercer acto de esta lucha: después de militar para existir públicamente y construir una identidad cultural, el siguiente paso es garantizar la representación digna y participativa de las poblaciones de la diversidad sexual y de género en las políticas públicas. Crear acciones afirmativas que protejan derechos, promuevan inclusión y combatan la discriminación. "Nada sobre nosotras sin nosotras", como dicen acertadamente las consignas de las personas con discapacidad.
Sumé a la exhibición retratos realizados en colaboraciones con el Gobierno de la Ciudad de México, campañas creadas por y para personas LGBTTTI+ que amplificaron sus voces auténticas. El objetivo: alejar la mirada institucional que tiende a paternalizar y reforzar estereotipos.
"En las campañas estatales siempre nos retratan enfermas, con vidas trágicas, al margen de la dignidad. O si es menos dramático, aparecemos blanqueadas y heteronormadas. Parece que no podemos tener vidas plenas más allá de esas opciones. Quisiera ver lesbianas con vidas amables, personas con VIH viviendo en calma..." me compartió Abigail durante una de nuestras entrevistas.
Por eso estas imágenes parecen simples, pero no lo son.
Nabil, bailarín profesional que confronta la rigidez del binarismo en el ballet clásico, muestra las cicatrices de su mastectomía con profundo alivio y gozo de ser quien es. Polo, activista querido y fundador del Condómovil —dedicado a la prevención y atención del VIH en poblaciones vulnerables— se coloca su playera y comparte con serenidad: "Sí, tengo VIH y todo está bien". Sol, abogade no binarie que defiende a personas LGBTTTI+ víctimas de violencia, se regala un momento de calma bajo el sol, un lujo raro en su saturada agenda. Vane y Fabi aparecen como pareja ...siendo pareja, aunque eso pudo costarles la vida. Ellas encontraron refugio en México tras ser privadas de libertad e ingresadas a módulos de tortura y ECOSIG en Colombia.
Cada retrato parece cotidiano, pero porta una resistencia profunda. Las personas en estas imágenes merecen precisamente eso: existir plenamente y mostrar a otras que es posible. Simplemente SER.







